1reyes 18:41-46
En aquellos tiempos Israel sufría una gran sequia la cual duró 3 años y 6 meses pero en el lapso de ese tiempo el pueblo sufrió mucho ya que no había caído lluvia, y no había cosechas por la escases de agua y eso afectaba a las familias porque de la cosechas ellos comían, pero lamentablemente este pueblo escogido por Dios se había alejado de Él aun viviendo dolosamente en la sequia e iba y adoraban a otros dioses hechos por ellos mismos.
En ese tiempo reinaba en Israel Acab un hombre alejado de la comunión de Dios y el también adoraba a otros dioses. Dios observaba como su pueblo escogido se alejaba de Él y entonces la sequia que mando Dios a la tierra uno de los motivos fue porque su propio pueblo adoraba a otros dioses y para manifestar la gloria del verdadero Dios. También en esos tiempos existía un profeta llamado Elías el cual tenía una hermosa comunión con Dios. Elías quería demostrar cuan grande era la misericordia de Dios y su poder al rey Acab y al pueblo de Israel. Elías fue en busca del rey Acab y cuando lo encontró dijo unas palabras Elías a Acab: sube, come y bebe: porque una lluvia grande se oye. Estas palabras fueron tan sencillas pero muy poderosas al mismo tiempo.
Y Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas.
Y dijo Elías a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.
A la séptima vez dijo: YO VEO UNA PEQUEÑA NUBE COMO LA PALMA DE LA MANO DE UN HOMBRE, QUE SUBE DEL MAR. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no lo alcancé
En nuestro caminar con Dios tenemos pruebas y tribulaciones y todas nuestras fuerzas disminuyen a causa de las dolencias de nuestro camino, alabar a Dios en ese momento se nos hace muy difícil por los problemas que estamos pasando, pero al sentarse uno a meditar y visualizar a nuestro alrededor vemos que todo ese problema, dificultad, tribulación va a pasar, después de la tormenta viene la calma ya que Dios tiene destinado para cada uno el tiempo adecuado para poder salir adelante, Dios no pone carga que nosotros no podamos soportar, a su pueblo le dio un tiempo de sequia 3 años y 6 meses mas Dios no los dejo solos, Él no permitió que Israel tuviera otro año mas de sequia porque quizás el pueblo se hubiera alejado completamente de Él. Pero Dios todo lo hizo conforme el tiempo adecuado y su gloria se manifestó.
Los problemas que pases siempre tienen un fin y después de esa dura experiencia viene una gran lluvia de bendición que nos mojara y nos hará levantarnos si solamente clamamos a Dios.