Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne. Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra. Gen. 9:15-17
En estos días en México hemos visto como las lluvias han afectado gravemente a una parte del país, y como consecuencia mucha pérdida económica y gente damnificada, la tristeza, la impotencia y el dolor se ve y se percibe en los rostros de la gente por las pérdidas de sus hogares, negocios y cosechas.
Mucha gente estaba hasta cierto punto atemorizada de que las lluvias no cesarían por varios días y los estragos serían mayores de los que sus ojos estaban viendo en ese momento de angustia y desesperación.
Sin embargo después de unos días las fuentes del cielo se cerraron, y dieron un respiro de aliento y de esperanza a toda la gente damnificada y a toda la sociedad en general, debido a las grandes pérdidas de infraestructura de la comunicación terrestre, de autopistas y arterias de comunicación de vital importancia, y que tenían varadas toneladas de alimentos.
Pero grande es la misericordia del creador del cielo del mar y de la tierra, que el agua dejo de caer, y después de eso apareció la gran señal del pacto que Dios hizo con Noé, esa gran señal de amor se veía por debajo de las nubes como un medio anillo gigante y majestuoso formado de múltiples colores, esa es la promesa que nos dejó, para hacer memoria donde nunca más el Señor destruiría a la tierra con agua a pesar de la gran maldad que de antemano él sabía que iba existir.
Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; por que el intento del corazón de hombre es malo desde su juventud; ni volveré mas a destruir todo ser viviente, como he hecho. Gen. 8:21
Debido a la maldad de la humanidad en específico de México, donde existe mucha idolatría, asesinatos a sangre fría, espiritismo, homosexualismo, el Señor permite que pasen estos desastres naturales como los científicos le llaman, para que nos demos cuenta de existe un Creador un Dios todo poderoso que abre y cierra las fuentes del cielo, pero que mantiene la promesa de no volver a destruir la tierra con lluvia.
El Señor es fiel a su palabra.
En estos días en México hemos visto como las lluvias han afectado gravemente a una parte del país, y como consecuencia mucha pérdida económica y gente damnificada, la tristeza, la impotencia y el dolor se ve y se percibe en los rostros de la gente por las pérdidas de sus hogares, negocios y cosechas.
Mucha gente estaba hasta cierto punto atemorizada de que las lluvias no cesarían por varios días y los estragos serían mayores de los que sus ojos estaban viendo en ese momento de angustia y desesperación.
Sin embargo después de unos días las fuentes del cielo se cerraron, y dieron un respiro de aliento y de esperanza a toda la gente damnificada y a toda la sociedad en general, debido a las grandes pérdidas de infraestructura de la comunicación terrestre, de autopistas y arterias de comunicación de vital importancia, y que tenían varadas toneladas de alimentos.
Pero grande es la misericordia del creador del cielo del mar y de la tierra, que el agua dejo de caer, y después de eso apareció la gran señal del pacto que Dios hizo con Noé, esa gran señal de amor se veía por debajo de las nubes como un medio anillo gigante y majestuoso formado de múltiples colores, esa es la promesa que nos dejó, para hacer memoria donde nunca más el Señor destruiría a la tierra con agua a pesar de la gran maldad que de antemano él sabía que iba existir.
Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra por causa del hombre; por que el intento del corazón de hombre es malo desde su juventud; ni volveré mas a destruir todo ser viviente, como he hecho. Gen. 8:21
Debido a la maldad de la humanidad en específico de México, donde existe mucha idolatría, asesinatos a sangre fría, espiritismo, homosexualismo, el Señor permite que pasen estos desastres naturales como los científicos le llaman, para que nos demos cuenta de existe un Creador un Dios todo poderoso que abre y cierra las fuentes del cielo, pero que mantiene la promesa de no volver a destruir la tierra con lluvia.
El Señor es fiel a su palabra.
Dios les bendiga...
Les dejo este canto de gran bendición, habla sobre las cosas que cambiarían en los últimos tiempos, pero que mientras el pueblo de Dios siga en la tierra, debemos de predicar y clamar, mientras se pueda mientras todavía no sea el tiempo de la destrucción por fuego y espada en aquel día en que vendrá Jesucristo. Amén.
Muchos cambios en el mundo- Stanislao Marino
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