“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” (San Juan 14:27)
A través de los años, en la vida del ser humano ha existido una palabra que siempre a estado en la mente de la humanidad, y es que siempre han experimentado guerras, conflictos, angustias, dolor, tristeza, y pasan por tantas cosas consecutivamente que llegan a caer en la desesperación y a desear el vivir de esa palabra que todos conocen pero solo en un contexto, pero pocos han podido vivir la PAZ, si es esa palabra que pocos hombres han podido experimentar.
Hoy en día siguen buscando esa paz, en los políticos, en los filántropos, en los filósofos, en los presidentes, en comandantes de grupos guerrilleros. Los hombres ponen toda su confianza y fe en esas personas, hasta dan su vida para que alguna ideología de esos hombres pueda ser la varita mágica para cambiar la humanidad y llevarlos al mundo de paz.
Pero vemos que la paz que los hombres piden y anhelan, es aquella en donde no exista la guerra, la delincuencia, los gobernantes autoritarios, donde la naturaleza no deje a cientos y miles de damnificados, así es como ven la paz en la actualidad.
Sin embargo hubo un hombre que vino ofreció y dejo la paz a todo aquel que la quisiera tener, solo debía creer en él, y el daría paz al que creyere que vino a morir en la cruz y resucito para dar salvación al hombre, pero no vino a dar la paz que los hombres o el mundo ofrece, sino llego para dar una paz diferente, no prometió acabar con los problemas sociales, sino que en medio de las aflicciones y la desesperación el daría esa paz que el mundo no ofrece y ni conoce, dejaría la paz en nuestro a pesar de las adversidades.
La paz que el mundo no conoce es la que Dios da por medio de su hijo Jesucristo, y que solo nos he dada cuando aceptamos y dejamos que el Espíritu Santo entre en nuestras vida y nos llene con su poder, y aunque el mundo esté en peligro, en crisis y desesperación no se turbará nuestro corazón, por que el Espíritu de Dios mora en nosotros.
¿Ahora imaginas a toda la gente viviendo en paz? La paz que el mundo conoce o la paz que el mundo no conoce y que Jesucristo nos da. ¿Cúal de las dos paz quieres tu?
Busca la paz que viene de Dios y hallaras la felicidad de tu ser.
Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Jeremías 18:3-4
El alfarero es una persona que trabaja con el barro y realiza vasijas, macetas, y otras molduras más. Estos objetos son creados por una rueda donde va girando el barro al mismo momento que el alfarero esta moldeando a la figura mas adecuada, y también ocupa otro elemento que es el horno que sirve para poner firme y dura al objeto y ponerlo mas brillante para que resalte el objeto.
Es increíble como Dios utiliza varios ejemplos cotidianos para darnos una gran lección y que nosotros podamos entender cada una de sus palabras por medio de estas ilustraciones como lo es el alfarero.
En el libro de Jeremías relata que Dios le dio una señal a Jeremías indicándole que fuera a visitar la casa del alfarero. Entonces observó todo lo que el alfarero hacia y después Dios le habló diciendo: ¿No podré yo hacer de ustedes como este alfarero? He aquí que como el barro en la mano del alfarero, si son ustedes en mi mano.
Analizando este pasaje bíblico nos damos cuenta que es un ejemplo muy poderoso que Dios utilizó para el pueblo de Israel y también ahora con nosotros. Nos hace una semejanza Diciendo que Él es el alfarero y nosotros el barro un barro precioso moldeado por Dios.
El barro pasa por varios procesos para que de cómo resultado una hermosa vasija decorada y de alto valor. Primeramente el barro esta en la tierra donde nadie lo mira, poco valor tiene en ese instante y todos los pisotean antes de que el alfarero lo encuentre. Después de largas horas de buscar el barro correcto para ser moldeado el alfarero lo encuentra y lo lleva hacia su casa donde va hacer una gran vasija con ese barro. En este proceso el alfarero pone sobre la rueda el barro y lo empieza a moldear conforme le parezca mejor hacerla y este proceso puede durar largo tiempo o un tiempo corto dependiendo de la gran hermosura que quiera realizar el alfarero.
Después viene el proceso donde el alfarero empieza a volver a moldear partes más difíciles y recalcar las figuras del marco para que queden hermosas. Ya una vez terminado el moldeo el alfarero toma la vasija y lo deja secar por unas horas para que la humedad desaparezca, una vez seca la vasija, el alfarero la toma y la lleva al horno donde permanece el tiempo necesario para que esta pueda ponerse dura y resistente y sobre todo salga brillante. Y terminando todo ese proceso da como resultado una hermosa vasija de barro muy brillante y con mucho valor.
En esta ilustración paso por paso se da un claro ejemplo en nuestra vida en nuestro caminar con Dios.
Nosotros antes de ser encontrados por Dios no nos miraban con valor, nadie nos tomaba importancia creíamos que estábamos abandonados e incluso solos. Dios nos encontró del fango donde estábamos y nos eligió para ser una vasija gloriosa en su presencia nos cubrió con su tierno amor y cuando Él entro en nuestro corazón y nos prometió que seriamos una vasija de Honra para Él. Cuando empezamos a caminar con Dios, empezamos a experimentar muchas cosas nuestro amor empieza a crecer el deseo de servirle y amarle con todo nuestro corazón aumenta al ver que Dios nos esta transformando en una vasija de honra, sentimos como Dios esta transformando nuestro corazón y como nuestros sentimientos, pensamientos y mentes se empiezan a renovar.
Que hermosas cosas son después de ver todo el avance que Dios ha hecho en nosotros, pero también después empieza a llegar el momento donde Dios empieza a limpiar y quitar cosas más difíciles en nuestras vidas y nos empieza a moldear con más detalle. Pero es donde sentimos mas dolor ya que son cosas difíciles de arrancar y de moldear, pero una vez quitado y renovado todo nuestro ser sentimos una gran alivio en nuestro ser y damos gritos de victoria con nuestro Dios.
Una vez terminado el moldeo, Dios nos deja en un terreno para que nosotros empecemos a planear nuestro vuelo y afirmar nuestros pensamientos madurando cada día, habrá momentos difíciles, llenos de dolor, sufrimiento y también habrá momentos en que nos sintamos solos pero debemos entender que es un paso hacia la madurez espiritual, Para que nos pongamos mas firmes y resistentes pese a todas las cosas que pasen a nuestro alrededor y empecemos a BRILLAR y dar como resultado una vasija de honra en las manos de nuestro Dios.
Dejemos que Dios nos molde conforme a su voluntad nuestra vida, y confiar en Él creyendo que nos renovara, nos limpiara y nos dará un brillo y un amor increíble en nuestra vida y que pese al dolor que estemos pasando ya sea en nuestra vida y en nuestro alrededor tener la inmensa confianza de que Dios tiene el control de todo lo que pase. Alabar a Dios en todo tiempo tanto en tiempo de dolor como de alegría es lo que Él anhela ver, debemos dejarnos moldear por Él entregándole todo nuestro corazón.
Somos una vasija de honra en sus manos una vasija maravillosa y hermosa. *DEJATE MOLDEAR POR DIOS*
